Utilizar los colores adecuados es esencial para conseguir tu objetivo, ya que es la base en la que se fundamenta este estado de calma y relax que buscas por las noches. Equilibrando el tono de las paredes con el de los textiles lograrás la armonía necesaria para que puedas disfrutar del ambiente y que te transmita relajación, tranquilidad y descanso.
Azules
El azul es el color de la simpatía, la armonía y la felicidad. En todas sus tonalidades, nos transporta al mar, a cielo abierto y despejado. En general, a entornos tranquilos. Con ropa de cama en cualquiera de sus tonos conseguirás crear un espacio tan elegante como acogedor y relajante.
Verde
Al igual que el azul, el verde en casi todos sus matices es un color relajante, frío, fresco que alivia las ansiedades. Su gama cromática aporta frescura, vitalidad y sensación de paz en la habitación propia de la naturaleza. También es un color que se relaciona con la felicidad y sentimientos alegres. Perfecto para crear un ambiente natural en el dormitorio.
Neutros
Estos tonos pueden combinarse con casi cualquier otro color y se adaptan a cualquier estilo decorativo a la perfección. Los neutros aportarán amplitud y crearán un ambiente tan confortable como relajante. Esto es ideal para espacios pequeños.
Rosas
Si quieres crear ambientes suaves y relajantes, el rosa es el ideal. Dulce, amoroso, capaz de crear espacios delicados ideales para el descanso. Combínalo con blancos o grises y resultará en un ambiente dulce y tranquilo.
Amarillo
En tonos suaves, recuerdan la luz y el calor del sol logrando un espacio que transmite tranquilidad. Es ideal para empezar a disfrutar de un placentero sueño.
Lila
El lila es un color lleno de feminidad y espiritualidad. El color de la magia, la intimidad, el esoterismo y el misterio. Logra crear espacios completamente libres de estrés. Es un tono refinado y elegante, perfecto para reflexionar y descansar, nos recuerda a las flores y posee una elegancia femenina que combina muy bien con el blanco, el dorado y el gris claro.