El magenta se define como un color híbrido en la decoración, gracias a su tono rojo carmesí, este puede formar parte de una paleta de colores fría tanto como de una cálida. Por esto, adaptarlo a cualquier estilo es muy sencillo donde, además, los resultados siempre son cargados de personalidad, audacia y creatividad.
Un toque atrevido
Un tono poderoso como este atraerá todas las miradas incluso si se utiliza de forma sutil. El acompañante perfecto de los tonos neutros, aportando alegría y dinamismo. El magenta en pequeñas cantidades se transforma en puntos de energía, gracias a su efecto electrizante heredado de su base roja. Pinceladas sutiles en ropa de cama y textiles, además, si eres amante de las plantas es ideal para resaltar tus bellezas con macetas en tono magenta.
Personalidad vibrante
El magenta está asociado a los sentimientos de autoestima, satisfacción personal, superación y transformación. Esto combinado con elementos y formas orgánicas forman una atmósfera ideal para recargar energías. Por lo que es perfecto para envolverse luego de un largo día y descansar para una mañana renovada. Aplícalo en cuadros, jarrones y flores frescas.
Elegante y chic
Rebelde, sofisticado y con mucha fuerza, el magenta va con todo. Romántico, atrevido y sensual para estilos clásicos. Alegre, vibrante y sobrio en dormitorios más modernos. Pero siempre un acierto chic y lleno de personalidad. Para amplificar el efecto misterioso y elegante del magenta, acompáñalo con complementos con toques de dorado.